domingo, 4 de julio de 2010

LO QUE LA VIDA SE ENCARGÓ DE ENSEÑARME


Y la vida se encargó de ensañarme lo frágil que era un suspiro.
La vida y los malos momentos
se encargaron de refregarme en la cara la cruda verdad:
Nada dura mucho.
Incluso los sueños mas prometedores se ven inconclusos
por cosas diminutas que no tienen razón.
Personas,
Un sueño también puede ser roto por personas.
Y una en especial se encargó de romper el mio
¡Vaya pena! Creo que pronto lo superare
ya fue suficiente el sufrimiento que tuve
ahora solo queda mirar para adelante y sonreír...
sonreír...
eso es lo que más cuesta muchas veces,
pero esta vez es de vida o muerte ese acto.
Dejar de lado los bueno y malos momentos
para poder comenzar de nuevo totalmente nueva
Es mi única esperanza,
salir del dolor para entrar en la tranquilidad
Es mi única esperanza...