Una pregunta curiosa brotó de tus labios esa noche y sentí la necesidad de abrazarte con vehemencia, pero mi falta de atrevimiento y mi tonto pensamiento terminaron por atarme y hacerme inhalar todo el amor que sentía por ti. Solo reí. Han pasado horas, y me lamento furiosamente por mi cobardía, deseando que llegue otro momento, otro espacio, en el que tu presencia se encuentre frente a mi, con esos ojos, con esos labios, con esa mirada; esperando que esta vez mi aturdimiento no sea tan fuerte y me permita no tan solo sonreír, sino sentir tu existencia cercana a la mía.
atte.
una persona que no se atreve a decirte que te quiere.
0 almas perdidas:
Publicar un comentario