domingo, 27 de junio de 2010

¿HAY ALGUIEN ALLÍ?


I
La verdad esta noche, de forma repentina, tengo las ganas de liberar mi mente. No me pregunten cómo, no me pregunten por qué, porque son respuestas que mi conciencia no puede razonar. Un par de palabras, tal vez un texto entero pueden despertar en mí, un deseo incontrolable de soltar mi mente al vacio, de perderme en pensamientos absurdos y de alguna forma ilógicos. No sé. ¿Quién sabe? De repente tú, lector, estés perdiendo el tiempo leyendo algunas líneas sin sentido de una mente atareada y una vida confundida. ¿Quién sabe? …

II
Pero supongamos que algún curioso sigue leyendo estas palabras, que sigue buscando algún sentido para algo que no tiene explicación, que escarba entre algo que no son más que ideas sueltas relacionadas por un alma atormentada. ¡Qué dramática!, no juzgues mis palabras confusas... no me juzgues solo estaba vez..

III
Sentimientos, pensamientos, intuiciones que concluyen en ideas disparatadas y textos como estos. Textos que no ayudaran al mundo a ser mejor, si no que ayudaran a pensar en cómo podemos entender el mundo. Tal vez soy muy complicada, tal vez perdí la razón entre este mundo y el mundo que creé para mí. Un mundo cargado de murallas que no me permiten llegar a mi propio yo. Laberintos que lo único que hacen es perderme en mi misma. Ahora puedo entender a aquella persona, aquella persona que muchas veces me habló del dolor y nunca la entendí. Aquella persona que me habló de la confusión y no atinó a decir una sola palabra coherente... ahora puedo entender.

IV
La confusión me ha embargado, eso lo pueden notar. Es tanta la carga, por más minúscula que parezca pero es muy pesada para mis hombros debilitados por un pasado oscuro. Un pasado que solo yo y el reflejo distorsionado que veo cada día en mi espejo sabemos. ¿Quién soy yo?, esa es una pregunta que causa mucha confusión, más para alguien como yo. ¿Cómo yo he dicho? ¿Alguien sabe como soy yo? Hay va otra pregunta al aire que tú tal vez no puedas contestar. Tal vez no puedas contestar la pregunta más crucial ¿Quién eres tú?

V
Pero suficiente tengo conmigo, esta vez no puedo pensar en los demás, solo en este momento dejaré de lado el mundo para poder llegar a lo más profundo de mi… solo esta vez. Son tantas las ocasiones en que mi vecina la angustia me viene a visitar ¡Vaya que es buena compañía! Puedo pasar eternidades con ella sin que nadie en la faz de la tierra se entere de mi terrible fascinación. Puedo pasar delante de muchos ojos fingiendo ser la Otra cuando en realidad no soy más que la mejor amiga de esa querida ente llamada Angustia. Angustia… ¡Qué recuerdos me traes!

VI
¿Me estas entendiendo?, tal vez ni si quiera sigas con esta lectura, pero sin embargo estas líneas me ayudan a entender un poco más que hago aquí en este universo, en este mundo, en este país, en esta ciudad, en esta casa, en esta silla. Qué hago escribiendo estas líneas…

VII
¡Cuánta desesperación interna! ¡Cuantas actuaciones magistrales he hecho en un solo día! ¡Dios Mío! ¿Alguien tiene un premio para mí? No, no pueden darme ese premio; no soy cien por ciento actriz, en este momento estoy escapando de mi faceta, estoy dejando liberar lo que tengo guardado dentro de mí. ¡Mi guión! ¡He perdido mi guión!

VIII
Hablando de guiones y de diálogos preparados fríamente en una mente cansada de la misma rutina y de la misma hipocresía mostrada, quisiera expresar mis temores frente a una posible pérdida valiosa. Una pérdida que esta cincuenta por ciento asegurada y que solo depende de otra persona determinar si continúo poseyendo ese tesoro, o si se me es arrebatado de mí sin piedad. ¿Dolerá? ¿Quién sabe?, seguro que sí… una perdida…, creo que estaré preparada para ese momento, para esas palabras. Como dicen, la práctica hace al maestro.

IX
Dejaré de escribir, siento malestar en mi alma y sé que pronto colapsaré si es que no paró el flujo de pensamientos que surcan mi mente. Mi visión es borrosa, tal vez se niega a ver la verdad descarada en frente. Tal vez el cuerpo siente demasiada presión.

X
Estoy enferma, estoy cansada, estoy debilitada. Necesito de esa luz que haga más cálido el lugar por donde camino en mi vida. Ese hielo que enfrié las oleadas de pensamientos que caen sobre mí aplastándome despiadadamente. Esa paz que calme las tormentas que surgen en mi corazón atontado por ideas absurdas. Necesito cerrar los ojos y soñar que despertaré en un lugar mejor, en una vida mejor, con un yo que no sea tan pensante, con un yo que pueda vivir consigo mismo. ¿Quién sabe?....